De ahí que el Plan Nacional de la Gastronomía Costarricense Sostenible y Saludable, PNGCSS, se erija como una gran herramienta para darle un nuevo valor agregado a nuestro producto turístico a través de la gastronomía.
Si bien hoy por hoy tenemos una oferta gastronómica muy variada que mejora su calidad constantemente; la gastronomía costarricense aún no es un producto turístico.
Estamos realizando acciones concretas para convertirla en un producto turístico, acciones como concientizar, revitalizar, innovar, mercadear, globalizar…
Debemos incorporar los ingredientes que la naturaleza nos da como uno de los 12 lugares mega diversos del planeta, el incorporar la culinaria indígena y revitalizar lo “tradicional” con una perspectiva contemporánea de plena revitalización. Poseemos productos de gran tradición en nuestra gastronomía, como los tacacos, la flor de itabo, el Chicazquil, el zorrillo, la flor del poro, el cas, el pejibaye, productos endémicos, nativos y hasta naturalizados importantes en la dieta del costarricense. De igual forma, ya es más claro y conocido el hecho de que lo que verdaderamente identifica nuestra gastronomía son los picadillos y los gallitos, con esto también es fundamental la utilización del maíz en nuestra cultura culinaria.
Precisamente en el componente del picadillo donde se integran las plantas sub-utilizadas nativas costarricenses, dándole una identidad única a las preparaciones. Estas son importantísimas solas o bien como complemento perfecto e integral en nuestro tradicional casado, los picadillos en especial realizados con productos frescos que es de donde se obtienen los micro-nutrientes comunes, que son indispensables en una dieta balanceada y sana.
Nuestros principales picadillos tradicionales son el picadillo de Chicazquil, el picadillo de zorrillo, el picadillo de flor de itabo, el picadillo de chayote, el picadillo de papa con alguno de estos mismos elementos, o bien las combinaciones de plantas y verduras también picadas, pero con huevo.
Un gran potencial y que debemos hacer homenaje es a la “tortilla de maíz”, el maíz es indispensable en la dieta del costarricense, es un complemento perfecto, una herramienta para comer, un instrumento para llevarnos a la boca un manjar y potenciador de sabor y una forma de darle identidad a lo que nos comemos en cualquier tiempo de comida.
De igual forma sabemos que hay que ser locales con nuestra cocina, pero globales con las bebidas de contenido alcohólico. Trabajamos en desarrollar conceptos regionales de cocina y estamos concientizando para contar con un servicio con calidez (muy costarricense) y excelencia. La clave para lograr a nuestros objetivos será el conocimiento, la excelencia y la pasión… por eso en Costa Rica, la gastronomía es y será PURA VIDA!!!
Alejandro Madrigal
Director Ejecutivo, CACORE
Coordinador Ejecutivo, PNGCSS